A veces, de peques, nos emocionábamos tanto con un juego que se nos olvidaba incluso que estábamos jugando.
Olvidabamos que el objetivo no era ganar ni perder, si no el juego en sí mismo.
Parece que todos conocíamos las reglas, los límites…y entonces llega la realidad, y se nos pone seria de golpe.
Y es en ese justo momento, en el que ya no puedes más, es cuando recuerdas que había una palabra mágica, capaz de parar todo al instante…
Solo se podía utilizar en situaciones realmente importantes…como cuando se te había roto la sandalia, o cuando tu abuela te llamaba a comer a voces desde el balcón. Ese balcón del que ahora salen los aplausos…
Necesito esa palabra ahora rápido…¿Cómo era cómo era…?
Ah, sí…¡Crucis!
Feliz martes, amigos. Hoy miraba el horizonte mientras dejaba que mi cuerpo flotara a la deriva y vi una tórtola surcando el cielo azul. Me sentí tremendamente pequeña y libre, asumiendo mis propios límites y gravedad.
«Ojalá vivas tiempos interesantes» dicen que decían los chinos. Me pregunto si los años 20 siempre traen consigo tanta tormenta, y qué pensarán nuestros nietos, de llegar a existir y morar otra década gemela , de este asunto.
Yo voy a seguir agradeciendo cada segundo por si acaso. Y buscando la forma de disfrutar de este paraíso mientras el viento busca nuevas rutas para soplar las nubes rumbo a mi hogar. Hoy quiero mandaros un mensaje:
Vivid cada segundo. Estar feliz y a salvo es un lujo hoy en día.
Cuidaros mucho allá dónde estéis cada quién. Os quiero.