Tengo que confesar que la primera vez que busqué Bali en un mapa fue después de aceptar irme allí de vacaciones. En mi defensa diré que estaba locamente enamorada y mi pareja me propuso ir con él para conocer a su familia y enseñarme su hogar. Me hacía mucha ilusión conocer el país dónde Teo había crecido y dije que sí sin pensarlo.